La vida es simple, somos nosotros con nuestros pensamientos y emociones quienes la experimentamos en forma difícil.
Lo mismo sucede con los problemas, su solución suele ser simple, que no es lo mismo que decir que sea fácil.
Un modo de buscar soluciones en este sentido sería suspender el pensamiento habitual, inclusive distraerlo y esperar con previo pedido a Lo Alto, que el cosmos, a través de nuestro hemisferio derecho, nos muestre el camino.
En síntesis que la vida sea simple no quiere decir que sea fácil.

Lic. Silvia Kamienomostki