Una visión de la experiencia humana.
Se dice que nadie escapa de lo que uno genera.Esta sería un forma fácil de resumir la famosa ley de "Causa y Efecto", a la que nadie escapa, seamos concientes de ella o no.
Uno es un gran imán que atrae la experiencia que genera en los otros.
Nadie escapa de si mismo.
Nadie escapa de sus pensamientos y sus emociones.
¿Cual es la diferencia entre lo que le pasa a uno y a otra persona, entre al que le va bien y al que le va mal?
Podríamos atribuirselo a la suerte, al destino, a Dios o quien se nos ocurra. O quizás nos hagamos cargo de esta diferencia.
Cada uno debiera hacerse responsable de lo que uno vive y debe vivir, y como para esto a nuestra Alma no le alcanza sólo una vida, necesita reiterar la experiencia humana una y otra vez.
Cada existencia es un granito de arena de lo que el Alma tiene que vivir para volver a la divinidad.
Se que cuesta creer que exista algo mas que esta vida y la verdad que es difícil probarlo, por lo que sólo nos queda la Fe (no la religión) que surge en nuestro interior.
Se dice que si la persona no olvidara experiencias que le tocó vivir o vivirá, no podría soportar la culpa o el miedo de lo que le Alma decidió experimentar en este plano.
De esta forma, nuestra parte divina, Alma, Ser Almico, o como nos guste llamarla, planifica el camino de nuestra existencia. Algunas son más exigentes en la experiencia que quieren afrontar y otras quiere ir mas paso a paso.
La pregunta es: porque no nos lo enseñan o no nos lo cuentan, con excepción quizás de las culturas orientales.
En esta cultura judío-cristiana, se nos saco la oportunidad de saber que la gente venía de muchas evoluciones, y que cada uno se va ganando su ascensión a la luz en cada experiencia humana que el ser álmico decide afrontar.